Kathmandu y pueblos del valle


23 septiembre 2011


Fue una sensación curiosa cruzar a pie de India a Nepal. Tan sólo un puente separa Panitanki de Kakarvitta, donde el reloj se adelanta 15 minutos.

Por poco tiempo perdimos el último bus del día a Kathmandu, así que nos quedamos unas horas y madrugamos para coger el primero del día siguiente a las 4. Salimos de noche y llegamos de noche al corazón de Nepal, KATHMANDU.

La capital nos recibió con lluvia y fue constante durante nuestra estancia aquí. Nos hospedamos en la zona de Thamel, donde era imposible dar una paso sin encontrarte con un turista, restaurante, hotel o tienda de montaña, las cuales nos recorrimos infinidad de veces para hacer unas compras.


Visitamos Swayambhunath, el templo de los monos, y Durbar Square de Kathmandu y Patan, con sus clásicos templos newaris.



También aprovechamos para tramitar el visado de China, nuestro siguiente destino. Debido al festival Dashain que transcurre estos días, estaremos 2 semanas sin pasaporte. La gente local se reúne en familia y la venta de cabras se dispara ya que es un plato tradicional.


Para visitar BHAKTAPUR, considerado pueblo histórico, sabíamos que había que pagar 1100 rupías, pero por una callejuela cercana a la entrada principal, nos salió 1100 rupias más barato. Este lugar también cuenta con su Durbar Square y el Taumadhi Temple.




Un día más tarde subimos a 2000 mts, donde se encuentra NAGARKOT. Aquí coincidimos con David y Trina, y conocimos a Claudio de Venezuela y Susana de Barcelona. La localización de este pequeño pueblo ofrece unas vistas geniales del valle.



Aún más espectaculares son las vistas desde View Tower, donde acudimos para ver el amanecer sobre la cordillera del Himalaya y sus característicos picos nevados. A pesar de las nubes que impedían un paisaje claro, nos hacemos una idea de lo que promete este país.

Ese mismo día, junto con Claudio y Susana, nos trasladamos a DHULIKHEL, otro pequeño pueblo del valle. Como el bus iba a reventar, parte del trayecto tuvimos que hacerlo como los locales, sobre el techo. Aquí al menos se respiraba aire más puro y casi nos relajamos disfrutando de las vistas.
Dios Shiva


El hostal estaba perdido en el monte y para llegar a la estación donde coger un bus de vuelta a Kathmandu, teníamos una larga caminata. Entonces apareció nuestro héroe para llevarnos en la parte trasera de su camión, uno de los pocos medios de transporte que aún no habíamos probado. Además tuvimos de compañera a una simpática cabra.

Las primeras impresiones de este nuevo país han sido más positivas. La gente es más respetuosa y amable, pero nos ha llamado la atención los numerosos campamentos militares.

"Aunque viajemos por todo el mundo para encontrar la belleza, debemos llevarla con nosotros para poder encontrarla".

-- Arthur Schopenhauer --